Una mujer no provoca, ya es provocante. No se insinúa, muestra el camino sutilmente. No se precipita, espera el momento indicado. No anda, camina. No es pretenciosa, simplemente se gusta. No consuela, entibia el corazón. No busca, despierta los sentidos... porque sabe lo que quiere, cómo lo quiere y cuándo lo quiere.
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