La mujer es verdaderamente maravillosa. La mujer tiene fuerzas que maravillan a los hombres. Aguantan dificultades y llevan grandes cargas, pero tienen felicidad y amor. Se callan cuando quieren gritar, sonríen cuando quieren llorar, lloran cuando están felices y ríen cuando están nerviosas. Luchan por lo que creen. Se enfrentan a la injusticia y no aceptan un “no” por respuesta. Aman incondicionalmente, aunque alguna vez le hayan roto el corazón. Son fuertes cuando piensan que ya no hay más fuerza, saben que un corazón roto se cura. Sin embargo, hay un defecto en la mujer: A veces se le olvida lo mucho que vale. Somos únicas, irrepetibles e irreemplazables.
No hay comentarios:
Publicar un comentario