A veces creemos que a nosotros nada bueno puede pasarnos, que estamos condenados a vagar solos, a fingir las sonrisas y resignarse a pensar que el mundo está en nuestra contra. Estamos tan acostumbrados a ser infelices que tenemos miedo a ser felices, a que todo nos vaya bien porque sabemos que la caída desde arriba duele más .Pero entonces, cuando menos te lo esperas, estas en el momento adecuado, con la persona indicada, y tus pilares se desmoronan. Sin darte cuenta vuelves a estar ilusionada, vuelves a sentir sensaciones que creías olvidadas, pero también tienes miedo de volver a ser la de antes, aquella que vivía con miedo a las decepciones, a las heridas y a las cicatrices, pero no es momento de tener miedo, es momento de dejarse llevar, de vivir, de soñar despierta, de hacer lo que tú quieras con quien tú quieras y como tú quieras. El mundo seguirá estando en tu contra, pero ya no estás sola.
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