No soy perfecta, ni lo intento.

Soy de esa clase de persona a la que no le hace falta mucho para sonreír. Dicen que mi risa es característica y contagiosa. Adoro reír y, sobre todo, que se rían conmigo. Hablo por los codos, voy cantando por la calle, no me importa lo que la gente piense y hago demasiado la tonta, pero me gusta. Me paso las horas escuchando música y soy tan tonta que a veces escucho la canción que me pone triste una y otra vez. Soy muy cariñosa, me pasaría todo el día entre sus brazos. Adoro los besos y que me callen con uno. Considero que los amigos son lo más importante en esta vida, aunque me encariño muy pronto de las personas y eso no me suele traer buenos resultados. Creo que se me da bien escuchar a los demás y que los demás me escuchen a mí es algo que considero esencial. No hace falta conocerme mucho para saber que algo me pasa porque se me nota enseguida. No soporto que me lleven la contraria cuando sé que llevo razón. Soy una persona independiente y autosuficiente porque la vida me ha obligado a serlo. Hay veces que prefiero guardarme mis problemas para mí y fingir que estoy bien, hasta que ya no puedo acumular más y me derrumbo.