Recordar es crear tu propio futuro sin aspirar más que a tu pasado, recordar es
poner los ojos en blanco, recrear cada dos minutos cada conversación en tu
cabeza, perfeccionarla, alargarla, estirar cada palabra, ser capaz de poner en
su boca lo que siempre has querido oír. Recordar es de todo menos sonreír, de todo
menos ser feliz. No existe un recuerdo bonito, los recuerdos siempre son
amargos; si recuerdas, no
tienes, si no tienes, te agarras a un recuerdo. A pesar de mis palabras,
todavía no he renunciado a poder recordarte, y si me buscas un
poco más, podrías saber que todavía no he renunciado a ti.
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