De vez en cuando no
están mal unas copas de más, de esas que te ayudan a olvidar. La vida se me
escapa en una milésima de segundo, pero la recuperaré no te preocupes, cuando
quiero tomar la noche la tomo y la hago mía, nadie me discrimina, ni me mira
por encima del hombro. Chupitos de tequila corren entre mis venas, el whisky
ahoga hasta la vena más interna, mi subconsciente ya no piensa, esta demasiado
machacado. Pero te digo una cosa, yo con mis tacones, soy la reina de la noche,
la que baila, a la que miran. Me encanta que se mueran de envidia, que se
muerdan el labio superior, hasta que sangre.
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