Para. Estate quieto, baja el ritmo y respira hondo. Vive.
Saborea cada olor y huele cada sabor. Siente. Cómprate unas alas y cruza el mar
volando. Disfruta. Si mañana hay tormenta baila bajo la lluvia. Ríe. Si no oyes
música, tranquilo, escucha tu corazón. Baila. Si el agua está fría tírate de
cabeza. Sueña. Si te has quedado sin ganas de amar manda a tus sentimientos de
vacaciones. Observa. Si no ves la salida ven a imaginarla conmigo. Duerme. Si
la luna no sale habla con las estrellas. Recuerda. Ahora es tiempo de pensar
que cualquier noche puede salir el sol...
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