Para tener unos labios atrayentes, pronuncia palabras
afectuosas. Para tener una mirada cariñosa, busca el lado bueno de las
personas. Para estar delgada, comparte tu comida con el hambriento. Para tener
un pelo precioso, deja que un niño lo acaricie con sus dedos al menos una vez
al día. Recuerda, si alguna vez necesitas una mano, la encontrarás al final de
tus brazos. Cuando envejezcas descubrirás que tienes dos: una para ayudarte a
ti misma y otra para ayudar a los demás. La belleza de una mujer aumenta con el
paso del tiempo. La belleza de una mujer no radica en la estética, la verdadera
belleza de una mujer es el reflejo de su alma...
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