Oscar Wilde.

El único amor, consecuente, fiel, comprensivo, que todo lo perdona, que nunca nos defrauda, y nos acompaña hasta la muerte es el amor propio.

La vida es como una montaña rusa, unos días estás abajo y otros días arriba.

¿Sabéis lo que es avanzar hasta un sitio y luego retroceder sin más hasta el origen? Yo sí, es como si te arrancaran el corazón, es como si todo tu esfuerzo por superarte se hubiera esfumado, como si la suerte se hubiera puesto en contra tuya... es excesivamente doloroso. La vida es como una montaña rusa, hay épocas en las que estás abajo y lo pasas tan mal que no quieres volver allí ni un poquito... y cuando sigues subiendo estas tan bien, todo se ve tan bonito desde ahí arriba que aunque sabes que hay una bajada, no quieres que llegue, y tratas de engañarte con que no llegará, y cuando llegas te odias tanto que no sabes adónde ir, donde esconderte... y no ves la salida, está oculta, ya desconoces la forma de subir otra vez, o simplemente te niegas a subir porque sabes que no merece la pena, que nadie te quiere de verdad, que los sentimientos tan vivos que se sienten arriba son pura fantasía, pura ficción, pero no es real...

Todo deja de tener sentido.

-Es muy doloroso ver sufrir a alguien a quien quieres y no poder hacer nada por ayudarlo. Cuando sucede una cosa así, todo lo que antes te parecía importante deja de tener sentido. -Suspiró.

"Tengo la impresión de estar perdiendo interés por todo. Tal vez se deba a que estoy creciendo, o que la vida se está volviendo más asquerosa." 

Siempre con la cabeza bien alta.

La vida es como un juego de ajedrez, tienes que mover las fichas de tal manera que las cosas salgan bien. Algunas veces se gana y otras se pierde, pero siempre con la cabeza bien alta. Si pierdes sacarás una pieza de tu vida que te ayudará a avanzar, si ganas sigue jugando con la misma integridad. Cada movimiento cambiará nuestra situación emocional. Recuerda que de tu movimiento depende ganar o perder. Juégalas bien.